domingo, 31 de enero de 2010

Retornos

con un sin, son de nada
con lo que se quiera decir
con esto que improviso
retorno solo de sabores.

domingo, 24 de enero de 2010

Caperucita mi version


Como empezar el cuento
Ella simplemente salió con la excusa, que llevaba la cesta. Una historia trágica tildada de inocencia.
Roja, vino tinto, azul, violeta, amarillo, anaranjado…
El color de sus preferencias...
A los bosques les tememos aún, y aquí hay ciudades despellejadoras, políticas, democracias, que aceres rutinarios para la sociedad, todos o casi todos, cronometrados para el día a día, para la noche, por donde se deslizan fragancias de lavandería, combinados con el café de las mañanas, empalagoso, podría pensarse si todas las mañanas fuesen así, por donde circula la luz en medio del humo ¿masa entre masa materia?, ponchos desmedidos , esclavizados a los sonidos “(que cruel suena esto)” que a veces se esconden, llega la luz y continuamos con las velas encendidas pero siempre se prefiere la música.
Y no se ha dicho una palabra, la sensación de calor que sube por la suela cuando se toca el asfalto,
Se mira y se compadece por catástrofes de “otros” se exclama como creyente “humano urbano”.
¿Y donde se revisan los no héroes? En la última página de los periódicos en la primera o cual?, en la televisión en internet, en las conversaciones de lo sucedido en la cuadra o en algún otro barrio, o tal vez en aquellos de “poder “ que pareciera lo pueden todo, idolatras la inocencia ya se fue todos tienen su propia causa, desbordando los sin escrúpulos ¿y qué? Ya sucede desde hace tiempo.
Engañados por la costumbre, meter los ojos por la boca y revisar, no estaría tan mal si no fuera porque solo se ven los movimientos o momentos peristálticos.
Ella, la multicolor si lo desean, lo sabía, ustedes lo saben, ellos y todos también.
Salió al cuento, a seducir al hambriento.